domingo, 12 de febrero de 2012

El año del dragón

Después de unas cuantas semanas de vacaciones vuelvo al blog para seguir contando mis experiencias por aquí.

Como ya comenté, y han repetido hasta la saciedad todos los medios de comunicación, incluso en España, este año corresponde al dragón. El Año Nuevo Chino se celebró el pasado 23 de enero y muchos establecimientos estuvieron cerrados. Los que se quedaron por aquí me comentaron que Taipei estaba de lo más aburrido, ya que estas celebraciones eran muy familiares, los estudiantes tienen vacaciones y que algunos restaurantes que permanecieron abiertos durante esas fechas subieron sus precios.

Las celebraciones más interesantes han venido después:


Pingxi
En Pingxi y Shifen, a unos 30 kilómetros de Taipei, se celebra cada año el Sky Lantern Festival, que no hay que confundir con el Lantern Festival a secas, que comentaré más adelante.

Esta celebración consiste en lanzar al cielo miles y miles de faroles de papel con deseos escritos, con la esperanza de que se cumplan en este nuevo año.




A modo orientativo, ya que cada año el calendario lunar es diferente, diré que en 2012 se ha celebrado en cuatro fechas: 26 y 28 de enero y 4 y 6 de febrero. Las linternas de papel se compran allí y cuestan 100NTD (unos 2,5 euros). Hay sitios habilitados para escribir tus deseos en ellas y te proporcionan rotuladores o pinceles con tinta.

También hay personal especializado que te ayuda a encender la linterna y te dice cuándo lanzarla al cielo, lo cual es de agradecer, ya que para todos nosotros fue la primera vez que lo hacíamos.

La participación de personas en este evento es inmensa, no obstante la organización es perfecta y se ponen a disposición de los viajeros autobuses directos por 50NTD (poco más de un euro; la vuelta es gratis) desde el Zoo de Taipei. Las filas se ordenan por personas que quieran ir sentadas o de pie, de forma que nadie se pelea. Los autobuses salen conforme se van llenando, no tardan más de 2 o 3 minutos, y está coordinado de forma que nunca esperas a que el autobús llegue, es un ciclo continuo. A la vuelta hicimos unos 30 minutos de cola para conseguir plazas sentadas pues estábamos muy cansados. La gente que iba de pie ni siquiera iba apretada (yo he ido en días de diario con más gente), así que el viaje fue bastante confortable. Se puede ir también en tren, a bordo de la Pingxi Line.



El lanzamiento desde la plaza y el puente de cientos de linternas a la vez es bastante emocionante. Hay que echar un ojo, no sólo a las que suben, sino también a las que caen después de apagarse. La nota triste la pusieron aquellos a los que se les prendió fuego la linterna antes de haberla lanzado al cielo, supongo que sus deseos no se cumplirán por este año.

Lantern Festival
Como he dicho, no hay que confundir con lo anterior, ya que esta celebración no tiene nada que ver con lanzar faroles al cielo sino que se trata de una exhibición de figuras iluminadas. Se celebra en muchos lugares del país, incluido Taipei, en concreto en la zona de City Hall y del Sun Yat-sen Memorial Hall, cerca del Taipei 101. Puede visitarse durante 10 días y no hay que pagar entrada.




Cada año se designa también una ciudad donde se celebra de forma especial. Este año se hará en Lugang, a unos 200 kilómetros de Taipei, hasta el 19 de febrero.

Sin lugar a dudas, estas celebraciones son altamente recomendables para cualquiera que esté por Taiwán tras el Año Nuevo.

A partir de ahora, la vida volverá poco a poco a la normalidad tras casi dos meses de encadenar celebraciones con dos calendarios. Los carteles luminosos de los autobuses han dejado de desearnos un feliz año y las luces navideñas han desaparecido prácticamente.

¡A disfrutar del Año del Dragón!

Portada de Google dedicada al Lantern Festival


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