Máquina expendedora de mascarillas en Taipei Bus Station |
Las mascarillas han pasado de ser un objeto sanitario a uno de consumo, es posible encontrarlas, desechables o no, de todos los colores, tamaños y materiales; como un complemento más a la hora de vestir.
Muchas personas que están de cara al público, como trabajadores de oficinas burocráticas, conductores de autobuses o cocineros también las llevan. En estos casos entiendo que es más bien para evitar contagiarse ellos con tanto trasiego de personas y para preparar comida en condiciones más higiénicas.
Sin embargo, debo decir que en todo este año no he visto a ninguna persona con mascarilla con síntomas de estar enfermo tipo tos, estornudos, mucosidades, etc. De manera que tengo mis dudas al respecto de su utilización y creo que muchos se la colocan como el que se pone una bufanda.
Comento también que la costumbre taiwanesa de hacerse fotos a sí mismos no decae porque lleven media cara tapada con la mascarilla. A nosotros nos sorprende porque para qué querríamos tener fotos nuestras así, con pinta de enfermos, pero a ellos parece no importarles. Costumbres culturales, al fin y al cabo.
Por un lado, he de reconocer que llevar mascarilla me parece un buen hábito y una forma de respetar la salud de los demás cuando estás enfermo porque no les contagias y les evitas sentirse mal o que falten a clase o al trabajo, con las consecuencias que eso tiene. Pero por otro, tengo mis dudas al respecto de estas costumbres de extrema higiene pues entiendo que para que las defensas del cuerpo se hagan fuertes hay que enfermar.
Como no soy médico me planteo una duda: por ejemplo frente a la famosa gripe si un grupo de personas se contagia cada año su cuerpo, entiendo, estará más preparado frente a una posible mutación del virus que aquellos quienes, debido a un entorno donde se evita la transmisión, pasan varios años aislados sin sufrir la enfermedad y de repente se contagian de una versión mucho más virulenta, ¿entonces qué ocurre?. Al parecer no ha habido todavía ningún caso humano de H5N1 en Taiwán, tan sólo se ha detectado en pájaros.
El Centro de Control de Enfermedades es el encargado de controlar las personas y animales que entran en el país. En el aeropuerto, una vez te bajas del avión pasas por una zona de control térmico, el cual determina qué pasajeros han llegado con fiebre y, por tanto, posiblemente enfermos.
Una taiwanesa con mascarilla pasea a su perro |
La buena red sanitaria del país hace que se esté promoviendo el turismo sanitario para extranjeros, incluso se puede consultar online el precio estimado de un tratamiento. Al parecer, las cinco mejores especialidades sanitarias en Taiwán son transplante de hígado, cirugía cardiovascular, reconstrucción craneofacial, reemplazo de articulaciones y reproducción asistida.
¿Qué vacunas necesitas para viajar a Taiwán? Lee el artículo sobre Consejos de viaje.
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