Estos días ando un poco liada preparando el examen oficial de chino TOCFL. No obstante, quería hablaros hoy del fenómeno mediático más reciente de Taiwán: el jugador de la NBA Jeremy Lin.
Lin nació en Estados Unidos y es hijo de un matrimonio taiwanés que emigró en los años 70. Actualmente juega con el número 17 en los New York Knicks.
Bajo el nombre de "Linsanity", un juego de palabras entre su apellido e insanity (locura, en inglés), saltó a la portada de la revista TIME el mes pasado. Desde entonces, su fama se ha ido extendiendo a la par del marketing, y a día de hoy ya podemos encontrar a Jeremy Lin en camisetas, revistas, libros, varias webs y un largo etcétera de productos.
No soy muy seguidora del baloncesto y desconozco si realmente Lin es tan bueno como dicen. En cualquier caso, aquí se ha convertido en un icono que hace olvidar al menos temporalmente las diferencias políticas respecto a China. A pesar de todo el revuelo, hay que aclarar que de acuerdo a su pasaporte Lin es estadounidense y no taiwanés. Y como en el caso de muchos taiwaneses además, sus abuelos procedían de China, lo que hace más fácil captar seguidores, no sólo de aquí sino del país vecino y que ambos se lo quieran disputar como figura nacional.
De todos modos, supongo que el atractivo de este personaje, aparte de ser el nuevo ídolo asiático de la NBA tras la retirada de Yao Ming, recae en lo exitosa que ha sido su vida, como el "sueño americano" hecho realidad.
Creo que la explotación de su imagen no ha hecho nada más que empezar y por lo pronto ha firmado para ser la nueva cara de los anuncios de la marca automovilística Volvo.
Lin nació en Estados Unidos y es hijo de un matrimonio taiwanés que emigró en los años 70. Actualmente juega con el número 17 en los New York Knicks.
Bajo el nombre de "Linsanity", un juego de palabras entre su apellido e insanity (locura, en inglés), saltó a la portada de la revista TIME el mes pasado. Desde entonces, su fama se ha ido extendiendo a la par del marketing, y a día de hoy ya podemos encontrar a Jeremy Lin en camisetas, revistas, libros, varias webs y un largo etcétera de productos.
No soy muy seguidora del baloncesto y desconozco si realmente Lin es tan bueno como dicen. En cualquier caso, aquí se ha convertido en un icono que hace olvidar al menos temporalmente las diferencias políticas respecto a China. A pesar de todo el revuelo, hay que aclarar que de acuerdo a su pasaporte Lin es estadounidense y no taiwanés. Y como en el caso de muchos taiwaneses además, sus abuelos procedían de China, lo que hace más fácil captar seguidores, no sólo de aquí sino del país vecino y que ambos se lo quieran disputar como figura nacional.
De todos modos, supongo que el atractivo de este personaje, aparte de ser el nuevo ídolo asiático de la NBA tras la retirada de Yao Ming, recae en lo exitosa que ha sido su vida, como el "sueño americano" hecho realidad.
Creo que la explotación de su imagen no ha hecho nada más que empezar y por lo pronto ha firmado para ser la nueva cara de los anuncios de la marca automovilística Volvo.