Por mucho que me cueste, ha llegado la hora de decir adiós, aunque quizá lo deje en un hasta luego o un hasta siempre.
Mi experiencia en Taiwán ha sido inolvidable y recordaré la amabilidad de su gente y la enorme cantidad de cosas que aprendí de una cultura como esta.
No sé si volveré a Taiwán algún día, quién sabe, pero es algo que no me importaría. Si tuviera que elegir una ciudad con mejor tiempo que Taipei y menos lluvia, sería Kaohsiung sin dudarlo.
Aquí viví mis primeros terremotos y tifones, conocí gente de todas partes, incluido de países como Palau o Kiribati, aprendí un nuevo idioma, paseé por sus calles, disfruté de nuevas comidas, me quité siempre los zapatos antes de entrar en casa y muchas otras cosas que aquí no he contado pero que llevaré conmigo.
Taipei tiene el sonido de la lluvia y el olor de la comida y del incienso. Una ciudad y un país lleno de chanclas, paraguas y sonrisas.
Mudarte a otro país no es una pérdida, por estar lejos de casa, es riqueza. Siempre es mejor tener recuerdos que no tenerlos...
Ya viene mucha información en las guías al respecto de los monumentos de Taipei, así que no me detendré en eso y simplemente haré un pequeño recorrido fotográfico:
Hualien se encuentra en la costa este de Taiwán, a unos 175 kilómetros de Taipei, y es lugar de visita para todos aquellos que quieren disfrutar del Parque Nacional de Taroko.
En esta zona hay muchos terremotos y tifones. En concreto, debido al tifón Saola, Taroko estaba cerrado por peligro de desprendimiento tras las fuertes lluvias, por lo que fue imposible visitarlo. En realidad, este fue el segundo viaje frustrado que tenía tras haber despegado con destino a las islas de Penghu y regresado a Taipei porque fue imposible aterrizar debido a las tormentas del Estrecho de Taiwán. A veces, las ocasiones climáticas no acompañan a nuestro calendario y eso que nos hizo un fin de semana de sol y cielo azul.
Este es el último artículo que escribo sobre la serie "los taiwaneses y..." y voy a hablar un poco sobre las relaciones entre los chicos y chicas taiwanesas. Para empezar hay que describir un poco, generalizando, a los sujetos: El prototipo de taiwanés sería un chico que viste informal, lleva gafas y un estilo de peinado-despeinado bastante cuidado. Algunos llegan incluso a tener aspecto de un auténtico "gafapasta" o incluso de nerd, de esos que piensas "este se pasa el día leyendo cómics y jugando a videojuegos". Por su parte, las taiwanesas suelen ser tan femeninas que se acercan al infantilismo. Es extremadamente fácil echarles menos años de los que realmente tienen. Suelen llevar el pelo largo y la falda corta. A pesar de que en Taiwán les encanta comer, la mayoría está más flaca que un palo, tanto que luego van a la playa y se tapan porque les da vergüenza enseñar el cuerpo o consideran que el bikini no les queda bien y eso que no tienen celulitis. Por el contrario, enseñar la pierna hasta tan arriba que sea complicado sentarse está perfectamente aceptado en la sociedad. Otra cosa, las taiwanesas tienen dos tonos de voz: uno de cara al público y otro para el día a día, esa es la única forma de explicar cómo las presentadoras de la tele son capaces de hablar con esas voces de pito estridentes hasta la extenuación.
Si los dos sujetos van en pareja visten iguales o conjuntados. Las muestras de afecto en público no suelen estar bien vistas, así que no es frecuente que se hagan arrumacos o se den besos a menos que estén en un rincón oscuro. Las apariencias son muy importantes, tanto que el maquillaje, las pestañas postizas, las gafas sin graduación y demás trucos hacen que más de una se convierta literalmente en el Dr. Jekyll y Mr. Hyde y si no ved el siguiente vídeo:
Tainan (台南) es la cuarta ciudad más importante de Taiwán y se encuentra al sur, entre las ciudades de Taichung y Kaohsiung.
El tren regular tarda unas 4 horas y cuarto desde Taipei. Se puede ir también en el tren de alta velocidad, aunque la estación no se encuentra céntrica y luego coger un bus shuttle.
A pesar de que todo el mundo me había recomendado la visita y me habían hablado de la importancia histórica de la ciudad, debo decir que me decepcionó bastante.
Tainan fue un importante asentamiento de colonos europeos, algo similar a Tamsui, por su situación privilegiada en las rutas marítimas del Estrecho de Taiwán. Es una de las ciudades más antiguas del país, sin embargo, los monumentos que se conservan, principalmente los fuertes, poco o nada tienen que ver ya con lo que fueron porque se abandonaron o destruyeron y después encima construyeron otras cosas. Así que sentí poco la antigüedad de los lugares que estaba visitando, la verdad. Hay que decir además que, al contrario que otros lugares de Taiwán, en Tainan casi todos los monumentos son de pago, incluido el renombrado Templo de Confucio.
Taichung (台中, Taizhong) se encuentra aproximadamente en el centro de Taiwán, a casi 200 kilómetros al sur de Taipei.
Una de las formas más baratas de llegar es en autobús (en Taiwán son comodísimos) por unos 460NTD ida y vuelta (unos 12 euros) con la compañía U-bus (hay otras) y el trayecto dura unas dos horas y media. En tren es un poco más rápido, dos horas y cuarto por 600NTD (16 euros). También se puede ir en el tren de alta velocidad, aunque esta estación se encuentra en las afueras de la ciudad.
Taichung es un destino para hacer turismo urbano, ir de compras, restaurantes, mercados nocturnos, etc.
También se pueden hacer un par de visitas a los alrededores, que es de lo que voy a hablar aquí, en mi caso fui al Museo de los Terremotos, al parque de atracciones Discovery World y a ver la estatua de Buda de Changhua City.
Para aquellos a los que les gustara el pueblo de Jiufen es recomendable ver A City of Sadness que fue rodada allí y se convirtió además en la primera película de habla china en ganar el León de Oro de Venecia en 1989.
Y hablando de películas más recientes, hay que destacar Cape nº7 que fue un taquillazo en 2008. Del mismo director y que tuvo también mucho éxito el año pasado es la superproducción Warriors Of The Rainbow: Seediq Bale (son dos partes) que trata sobre la ocupación japonesa en Taiwán y cómo las tribus de aborígenes se rebelan contra ellos. La película está rodada en lengua aborigen y en japonés, de manera que no queda más remedio que verla con subtítulos en inglés. Aunque no ganó el León de Oro de Venecia, se quedó en nominada, sí que obtuvo el Caballo de Oro, que es el premio que dan en el festival de cine de Taiwán (Golden Horse Festival). Se ha estrenado ya en Estados Unidos. Nueva Zelanda y un par de países europeos, pero no en España.
Algunas otras películas que he tenido oportunidad de ver y que me han gustado han sido (diré los títulos en inglés): Love Go Go! (1997), que son tres historias interrelacionadas de comedia y amor, la mejor, sin duda, es la del pastelero; The Cabbie (2000), pequeñas historias cómicas que le suceden a un taxista; Monga (2010), sobre la mafia taiwanesa de los años 80; Love (2012), la típica de encuentros, reencuentros, casualidades y parejas; New Perfect Two (2012), un antiguo y solitario campeón de motociclismo que descubre que tiene un hijo.
Hay muchas otras que tengo pendientes para ver pero si tenéis cualquier recomendación no dudéis en escribir más abajo.
Taiwán posee una naturaleza vibrante y es fácil encontrar animales peculiares (y no me refiero a perros disfrazados) o mucho más grandes de lo que estamos acostumbrados. He llegado a ver un abejorro negro del tamaño del puño de un niño, lástima que no tengo ninguna foto para mostrarlo.
Taiwán es una isla propensa a terremotos y tifones (como Japón). Pero que nadie se asuste.
Durante el tiempo que he vivido en Taipei he sufrido un par de tifones grandes, que son básicamente vientos muy fuertes y mucha lluvia. Estando en la ciudad no hay mucho peligro, a menos que se caiga un cartel en tu cabeza. El mayor peligro normalmente se da en las riberas de los ríos o en lugares rurales, donde pueden producirse grandes inundaciones o corrimientos de tierra. Una de las recomendaciones cuando hay tifón es precisamente quedarse en casa. No obstante, la vida no se para y excepto algunos comercios prácticamente todo sigue abierto: cines, karaokes, tiendas de conveniencia, etc. Lo que da una sensación de vida normal aunque en un día lluvioso.
Si los tifones son grandes, como el caso de los dos que mencioné, el Gobierno manda cerrar colegios o incluso que la gente no vaya a trabajar (esto no se aplica como he dicho a los comercios anteriores, que hacen bastante negocio con la gente que tiene el día libre). Hay que estar pendiente de las noticias o consultar la web: http://www.cpa.gov.tw/ (la cual sólo muestra estos avisos cuando hay tifón, aunque está en chino). Se puede consultar también cualquier periódico taiwanés en inglés o ver la televisión.
Aunque lo he mencionado muchas veces y lo he tomado como referencia, ya era hora de dedicarle unas líneas.
Si hay un edificio emblemático en Taipei es el rascacielos Taipei 101, el segundo más alto del mundo (por ahora) tras el Burj Khalifa de Dubai. El diseño de su construcción está inspirado en la forma del bambú.
Mide 508 metros y se inauguró en 2004 consiguiendo además los récords de techo más alto (448 metros) y piso más alto habitado (438 metros). Obviamente es el edificio más alto de Taiwán, por delante del Kaohsiung 85 y la Shin Kong Life Tower.
Aunque perdiera sus títulos en 2010 por el mencionado rascacielos dubaití sigue conservando el récord de tener los ascensores más rápidos del mundo; que alcanzan los 1010 metros por minuto.
En el centro comercial de la planta baja, por donde se accede, se encuentra el primer Zara de Taiwán, que abrió sus puertas hace ya un año. También se pueden encontrar multitud de marcas de alta costura. En la planta subterránea hay un supermercado y un food court que está bastante bien.