Los taiwaneses y los muñequitos

Si hay algo que llama la atencíón al llegar a Taiwán es la cantidad de carteles, de cualquier tipo, presentados por muñequitos. Especialmente a cualquier europeo nos parece de una falta de seriedad tremenda que avisos de seguridad tengan como protagonistas a animalitos o personajes sonrientes.

Desde el punto de vista taiwanés, los muñequitos representan una forma amistosa de dirigirse al ciudadano, ya que aquí lo de ser muy directo (como estamos acostumbrados en el viejo continente) no se lleva en absoluto.

Es cierto que dirigirse así a la sociedad probablemente tenga muchos beneficios, ya que los mensajes se asumen de una manera más afable. No obstante, creo que en algunos aspectos crea un mundo demasiado infantil que no muestra la realidad de los peligros a los que se está expuesto. Por ejemplo, el cartel de bomberos, ya que en un incendio no me imagino que nadie llame tan sonriente como el muñeco que lo presenta.

Las abejas no pueden fumar en los ascensores

Serpientes tan simpáticas no dan miedo

Por otro lado, la televisión de Taiwan creo que agrava la situación de aislamiento de los taiwaneses, como si fuera unos padres protegiendo a sus hijos de las realidades del exterior. La casi totalidad de las noticias que se muestran en televisión son tonterías. Con ello me refiero a que los típicos programas de reporterismo de calle llevan a los espectadores asuntos como perros perdidos o restaurantes donde no friegan bien los platos, en vez de historias o preocupaciones mayores. Las noticias internacionales escasean. Si entendemos que desde el punto de vista teórico la televisión debe ofrecer temas noticiables o importantes, al presentar estos contenidos insignificantes los espectadores categorizarán el mundo al revés, y acabarán dándole importancia a cosas que en realidad no la tienen.

Un cerdo rosa es la mascota de un banco

Aviso para los dueños de mascotas

Y por último, mis carteles favoritos del metro de Taipei:

Los muñequitos también llegan a la ropa, y no me refiero sólo a Hello Kitty, así que no es raro ver a adultos vistiendo camisetas o sudaderas más propias de la infancia (a nuestro modo de ver, claro). Los taiwaneses son como niños, ¿o no?